En 1966 se cumplían treinta años del inicio de la guerra civil española y de la muerte de Federico García Lorca, y esto dio lugar a una moda editorial en torno a la contienda y sus iconos. Lorca era y es uno de ellos. Pero lo que movió a Carlos Edmundo de Ory a escribir un ensayo sobre el malogrado poeta granadino fue quizá algo mucho más hondo que un simple encargo editorial. A pesar de su confesada admiración de adolescencia y su desapego de juventud, cuando Ory tuvo la oportunidad de reencontrarse con Lorca nos ofreció una «visión» de la vida y la obra del poeta totalmente original, ponderada y alejada de cualquier mitificación.Llamadas hoy a constituirse en un referente de la temática lorquiana, estas páginas han permanecido inéditas hasta hoy.