Resumen

Novela publicada en 1972 con impresionante repercusión de crítica y público. Es el relato de un niño que ingresa en un instituto de menores. Muestra cómo lo “doman”, lo “educan”, lo “moldean” a fuerza de arbitrariedad y violencia, y es ilustrativo de la eficacia de tales métodos porque cuando el chico crece y hace las veces de celador, él aplica sobre los niños a su cargo los mismos métodos. Es una obra doblemente significativa: como texto autobiográfico, en el terreno de la ficción, el libro es el mayor testimonio sobre la vida en un reformatorio. Y como experiencia verbal, por su lenguaje seco, medidamente balbuceante y atropellado. Medina quedó encerrado durante 10 años en distintos reformatorios. La arbitrariedad convertida en ley por los que dirigen, rigen las ceremonias de los institutos en los que se agazapan las formas más aberrantes de la convivencia. La novela está dividida en 2 partes: la primera narra los primeros años del personaje, su aprendizaje sádico. La segunda, lo encuentra formando parte de los mayores, “los capos”, los celadores, reiterando sus tics y duplicando su brutalidad. Las “tumbas” es la imagen exacta con la que los menores designan a los correccionales. El orden que impera allí es un amasijo de horrores sostenido por medio de la tortura y el castigo físico, llegando al suplicio. En estas páginas debe verse un intento por transgredir la anécdota, una deliberada actitud por la que se busca transformar a estos institutos en un emblema sobre cuyo cuerpo se dibuja una figura mayor. Capos y celadores son, fundamentalmente, categorías de mando brutales; las formas con que hostigan y dominan a sus subordinados, aceptadas y disimuladas por directores y responsables de estas cuevas educativas, permiten atisbar la realidad de una sociedad injusta, conformada por un sistema despiadado que aplica en su totalidad, los mismos recursos para perpetuarse.