Resumen

El estreno de Las Meninas, de Antonio Buero Vallejo, tuvo lugar en el 9 de diciembre de 1960, en el teatro Español de Madrid; en el mismo escenario, veintiún años antes, había obtenido el éxito que lo consagró como el innovador de la dramaturgia española de posguerra, con su Historia de una escalera. Con el texto sobre Velázquez, Buero rendía tributo y homenaje al pintor a quien desde su infancia admiraba, dando además un nuevo ejemplo del buen hacer literario y dramático que en su ya entonces amplia trayectoria había venido mostrando. Buero inauguró una fórmula nueva de abordar el tema de la historia en el teatro, de forma que el drama histórico cubre dos metas: la de recuperar un ayer conflictivo y olvidado, y la de reflexionar sobre acciones y comportamientos que, por ser inherentes al hombre o a la sociedad, son intemporales. Así en Las Meninas, Velázquez se convierte en el receptor que contempla el dolor humano y las injusticias sociales; los problemas que surgen del enmascaramiento de la realidad por los tópicos y engaños vigentes, y la encrucijada de la responsabilidad del artista, del intelectual ante todo.