«El sueño de la razón produce monstruos» escribió Goya al pie de uno de sus Caprichos. En esta obra, que su autor califica de «fantasía» y con la que da un paso decisivo hacia el «teatro total» se alza un nuevo retablo histórico con el gran pintor aragonés como protagonista. El sueño de la razón es una obra de circunstancias en la que la lección simbólica apunta a los conflictos permanentes del ser humano y confiere al drama un valor universal de pensamiento y arte.