Que los príncipes daneses estaban locos es algo que ya se sabía, por eso la princesa inglesa de trece años Carolina Matilde llora amargamente cuando en 1776 la prometen en matrimonio con el rey Cristián VII. La relación entre los esposos es algo más que un desastre y ella se acaba enamorando perdidamente de Struensee, un ilustrado médico de origen alemán a quien el consejo real ha decidio encomenar el cuidado de la débil salud metal del monarca. Así comienza la trágica y dolorosa relación entre la joven inglesa y el médico de cámara. Mientras el rey, en sus frecuentes arrebatos de locura, derriba estatuas, lanza muebles por la ventana y juega bajo la mesa de su escritorio con su paje negro y su perro, Struensee alterna sus visitas a la reina con ambicioso proyecto de reformas políticas para introducir en Dinamarca el despotismo ilustrado. Una conspiración de palacio urdida por sus enemigos conducirá al seductor médico revolucionario a un final terrible, cerrando bruscamente una de las páginas más sorprendentes y cautivadoras de la Europa del siglo XVIIII.