Una de las decisiones que tomé para leer en estas dos semanas donde transcurren los momentos últimos de Jesús así como su crucifixión y resurrección fue leer un libro poco comentado, de hecho es escasa la cantidad de gente que conoce las obras de Geza Vermes, entre ellas "La Pasión". La función que tiene el autor en su obra es reconocida, en cada una de sus páginas imprime una ardua investigación, una atención minuciosa en cada Evangelio que aparece en el Nuevo Testamento que inicia con Marcos, suceden Mateo, Lucas y para finalizar con Juan. Aparentemente podríamos decir a primera vista, que se trata de la misma historia que inicia desde la Última Cena concluye con el entierro de Jesús. Siempre son los mismos pasajes, los personajes de siempre como los discípulos entre ellos los más destacables, Pedro y Judas Iscariote quien se suicidó tras haber entregado a su Maestro y sintió mucho arrepentimiento por haberlo hecho. Los que piensan sobre la igualdad de los Evangelios es necesario que abran este libro, son historias muy semejantes pero realmente con diferencias muy notorias. El autor a través de material bibliográfico como Flavio Josefo, Filón de Alejandría y Tácito Cornelio, por citar unos ejemplos clásicos que le permitieron al crítico de los Evangelios referidos a La Pasión de Cristo, nos ayuda a entender cómo logró captar el pensamiento de cada uno de los evangelistas y la filosofía política ya qué hay que considerar que fueron escritos después de dichos sucesos. Hace una infinidad de cuestionamientos y por ende las responde en su breve ensayo escrito 2007, nos presenta a los judíos y la razón que supuestamente tenían para preferir la libertad de Barrabás a la de Jesús, Caifás, Poncio Pilatos, el mismo Jesús. También nos determina el autor la importancia de saber cómo son las tradiciones judaicas, los juicios y atribuciones legales del Sanedrín. Vermes nos habla en repetidas ocasiones sobre el calendario judío y es a través de un minucioso cuadro que refleja en las últimas secciones de su obra donde podremos ver las numerosas discrepancias entre los evangelistas sinópticos ya que todos tienen incoherencias excepto el último, Juan. También menciona sobre la imaginación de los evangelistas y su necesidad de mostrar en ocasiones sucesos que pudieron nunca haber pasado, por ejemplo, cuando el velo del Templo se rasgó y se oscureció a las tres de la tarde, hora de muerte de Jesús, eso es totalmente falso y lo muestra a través de los libros del Antiguo Testamento como el Apocalipsis y los Hechos de los Apóstoles que refieren al Nuevo Testamento. Esa dura crítica que hace Vermes a los Evangelistas hace que replantees el por qué todos tienen discrepancias a pesar de que los hechos fueron uno, es decir, es como si yo estuviera presenciando una discusión de una pareja en el café estando yo acompañado de tres amigos míos, pero pasa el tiempo y cada uno de nosotros se toma la tarea de escribir su versión aunque el hecho sea el mismo. Siempre van a haber cosas que podamos incluso añadir o quitar, eso mismo ocurrió en el Nuevo Testamento en el aspecto de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Es un libro breve, muy bien fundamentado que invita a historiadores, a críticos de literatura y religiosos a abrir un debate para comentar los hechos que marcaron bastante a la historia ya que hasta en la actualidad existen todavía enigmas sin resolver sobre la Pasión de Cristo y es tarea nuestra legar a la humanidad una tarea realizada, proyecto que hace unas décadas parecía ser difícil e incluso imposible de emprender.