Una llave unirá los destinos de dos mujeres a través de los siglos. En 2012, en los momentos más duros de la crisis griega, la joven Rebeca Benveniste se queda completamente sola y está al borde del desahucio. Su adorada nona, su abuela, ha fallecido, y con sus estudios de Filología Hispánica no logra encontrar ningún trabajo para mantenerse. Decide entonces viajar al pequeño pueblo de Alpartazgo, en la provincia de Zaragoza, de donde salieron sus antepasados sefardíes hace más de quinientos años. Entre su escaso equipaje lleva la llave que ha ido pasando de generación en generación y que probablemente abre la puerta de la casa que su familia tuvo que abandonar. A finales del S. XV, Vida Benveniste, la hija del carnicero de la judería de Alpartazgo, se hace amiga de Leonor de Lanuza, perteneciente a la más poderosa familia noble local. Ambas son intrépidas e inteligentes y no aceptan las limitaciones que les marca el profesar distintas religiones. Sus vidas correrán inevitablemente por cauces muy distintos, pero por encima de credos e imposiciones sociales siempre prevalecerá su amistad, surcada de profundos sentimientos.