En Fantasilandia, los unicornios, las brujas y los vampiros son algo corriente. Uno puede saber si una persona es buena o mala basándose en su color de ojos y en la ropa que viste. Hay universidades invisibles donde estudian los magos, mansiones habitadas por fantasmas y reinos escondidos. Los príncipes suelen ser herederos desaparecidos; los herederos desaparecidos, príncipes o miembros del gremio de ladrones. Diana Wynne Jones, autora de El castillo ambulante, sitúa en Fantasilandia a todos los personajes y lugares más habituales de los libros de literatura fantástica, donde todo el mundo lleva capas (algunas de invisibilidad), las estrellas predicen el futuro y los anillos tienden a incluir maldiciones.