Durante los últimos meses de 2009, la investigación sobre la fosa del poeta granadino fue seguida con enorme expectación en los medios de comunicación, pese a estar envuelta en "un espeso secretismo" por consideración con sus herederos, quienes censuraban la excavación. Al comienzo del proceso, Gibson no fue consultado sobre la posible localización de la fosa, a pesar de sus diversos trabajos acerca del poeta. No obstante, siguió la excavación de primera mano y reflejó sus conclusiones sobre la búsqueda del autor granadino en un diario.