La novela no es una maravilla, entre otras cosas porque el autor es un historiador de pura cepa y su vocación literaria es regular. A veces la trama no interesa o te pierdes en algún momento, no engancha. El desenlace, la irresolución del caso, es previsible pues aún hoy la muerte de Prim todavía no está resuelta. El historiador, con las evidencias y pistas reveladas a lo largo de la novela, deja al lector la puerta abierta a la posible resolución del caso.

Siempre es bueno leer novela bien documentada históricamente, puesto que el lector pasa un rato entretenido y a la vez aprende historia, y siempre tiene la posibilidad de que sus ojos y su mente se abran, y pueda ver la realidad que le rodea de forma más objetiva y con más juicio, porque leyendo el pasado se entiende mejor el presente, y se puede vislumbrar algo del futuro. La berlina de Prim es una novela que trata del asesinato de este ilustre general, que dejó muchos puntos por resolver, aún hoy día. Y con la narración de este suceso, la novela retrata una España que tristemente me recuerda mucho a la que sufrimos actualmente: incultura, ignorancia, mediocridad y corrupción política. El autor es un buen conocedor de la historia española y de la forma de ser y de sentir de las gentes que habitan este país. Hasta aquí lo bueno. Lo malo es cuando la historia no te engancha y se vuelve aburrida, puesto que hay muchos detalles y nombres, pero no hay emoción. A la historia de amor le falta gancho y credibilidad. En definitiva, hay un buen trabajo de investigación y documentación histórica, pero como novela literaria es bastante floja. Además, para otras posibles ediciones de esta novela, propondría un índice de personajes históricos, porque hay tantos que uno se pierde.

Un periodista irlandés, Patrick Boyd, de madre española, llega a España en 1873. Instaurada la Primera República, la situación política es inestable y puede dar un giro en cualquier momento. La misión del periodista es investigar el asesinato del General Prim en diciembre de 1870. Aunque el protagonista es un personaje de ficción, gran cantidad de personajes reales pasan por las páginas, políticos, naturalistas, escritores… leer el libro es sumergirse en un pequeño periodo de la historia de España. La ambientación también me ha gustado, el autor te hace sentir que estás visitando los diferentes lugares que describe. La novela, bien escrita, es muy interesante y de gran rigor histórico, que denota un profundo trabajo de documentación e investigación. En ocasiones me ha parecido excesivamente centrada en reproducir hechos históricos, pero su lectura es amena por la variedad de recursos que intercala: narración en tercera persona, fragmentos del diario del periodista, cartas… Aunque con menor presencia, también surgen otros temas, sobre la vida del protagonista o su pasión ornitológica, o una pequeña historia de amor, que hacen la lectura más entretenida. Excepto el final, quizá demasiado precipitado o facilón, en mi opinión, me ha gustado bastante y lo recomiendo.