Salomon Meijer es un tratante de ganado judío que vive con su familia una vida tranquila y rutinaria en la apacible ciudad de Edingen, en Suiza. Cierta noche de 1871, un pariente lejano llama a su puerta: nadie en la familia Meijer puede imaginarse el cambio radical que tal hecho supondrá para sus vidas. Janki, ex soldado francés, aparece con sus ínfulas de grandeza dispuesto a triunfar. Al cabo de un año, ya tiene negocio propio y varias mujeres de la población suspiran por casarse con él, lo que sembrará no pocas discordias entre sus propios parientes. A lo largo de varias generaciones asistimos a los acontecimientos que marcarán el destino de los Meijer, quienes tendrán que hacer frente a la infinitud de problemas y de los escollos que los tiempos convulsos y antisemitas van poniendo en su camino: desde la prohibición del sacrificio de animales según el rito judío, que relegas a los judíos suizos a una posición marginal, hasta las persecuciones que en el entorno de las guerras mundiales se establecen contra su pueblo. Sin embargo, a pesar de todo esto, los Meijer se sienten afortunados; ellos, como constantemente les recuerda el eterno personaje del tío Melnitz, han tenido la inmensa fortuna de ser judíos suizos. Toda una suerte, si no fuera porque esto, quizá, les impide ser felices.