Este libro pretende ser una versión de La flauta mágica, basada en el libreto de la ópera de Wolfgang Amadeus Mozart. Aunque la crítica coincide en pensar que rebosa alegría y optimismo, Giménez-Frontín intenta ir un poco más allá y destacar la atemporalidad de la fábula al abordar temas tan importantes como la búsqueda del amor y del conocimiento.