La novela arranca con un móvil apagado. Ester es la que llama; quien no responde, Giulio, que acaba de ser trasladado al hospital en estado grave a causa de un accidente en el kilómetro 123 de la Via Aurelia de Roma. Sin embargo, quien conectará el teléfono es Giuditta, la mujer de Giulio, quien lógicamente no sabe nada de Ester. Podría parecer el inicio de una comedia de enredo, pero nada más lejos de la realidad: un testigo afirma que el accidente de Giulio ha sido en realidad un intento de asesinato, por lo que la investigación será asignada al perspicaz inspector de la policía criminal Attilio Bongioanni, quien deberá enfrentarse a un caso en el que nada es lo que parece.
Un thriller muy inteligente, rápido, de múltiples voces que nuca dan respiro y que sumergen al lector en una trama endiabladamente hábil para disfrutar de principio a fin y que confirman, una vez más, a Andrea Camilleri como el maestro de la novela negra contemporánea.