En el Japón de las costumbres, de los señores feudales, de los shogun, y de los señores de la guerra. Un clan, Nobunaga, marcará la diferencia, y en su propia casa dos hermanos muy distintos entre sí, uno con ideales de un nuevo mundo y el otro aferrándose a la tierra, a la naturaleza y la tradición de los haiku. Una novela que relata el cambio drástico del desarrollo de la nueva era moderna en Japón. Un fino cuchillo que separa de ráiz los viejos tiempos de lo que tiene que llegar. Japón: termina el siglo XVI; el país se deshace en guerras interminables entre los poderosos señores feudales; el poder del Emperador ha decaído hasta volverse meramente simbólico; los daimios provinciales ya no obedecen a ningún gobierno ni a la Corte Imperial; los primeros viajeros portugueses introducen el país entre sus mercancías, las armas de fuego y el cristianismo. Uno de estos daimios, el señor Nobunaga, tiene dos hijos: Issa y Oda. Issa Nobunaga, el primogénito, carece de ambiciones y de aptitudes para heredar el señorío, enzarzado en guerras con sus vecinos, y se inclina por la poesía y la vida vagabunda; por el contrario su hermano, Oda Nobunaga, posee un excepcional talento político y militar, pero su nobleza le impide conspirar contra Issa para suplantarlo ante su padre; no tendrá que hacerlo porque, antes de la muerte de éste último, Issa Nobunaga desaparece dejándole toda la herencia. Desde ese momento toda la actividad de Oda Nobunaga se dirige a encontrar a su hermano perdido, y a someter a los feudos, vecinos y lejanos, y unifi car el país bajo la autoridad del Emperador (que vive en una cabaña en los arrabales de Kioto). Para ello no dudará en aprovechar las armas de fuego y las técnicas militares introducidas por los portugueses. Sin saberlo, irá poniendo uno a uno, los peldaños de su trágico final.