Partiendo de una base argumental clásica, como es la conquista de Marte, Pohl desdeña recorrer los caminos trillados y trata el tema desde una perspectiva renovadora. El resultado es una impresionante retablo de los conflictos psicológicos, políticos y sociales del homo tecnologicus, y una historia situada en el futuro en la que resulta turbador reconocer no pocos elementos del presente.