Todo comenzó cuando Charlotte Chandler fue enviada un día por la revista Playboy para entrevistar a Groucho Marx. Se cayeron tan bien que, desde entonces, durante seis años, hasta la muerte del genial humorista en 1977, a los 86 años, compartió con él casi diariamente sus tertulias de amigos, sus preciosos recuerdos lejanos y sus sarcásticas divagaciones sobre el pasado más reciente, así como el relato de las extravagantes vivencias y las más o menos gratas aventuras amorosas que ha protagonizado.