Todas las lujosas sedas, jade, oro y demás riquezas que atesora el palacio de Weiyang no compensan la humillación que sienten las concubinas que no gozan del favor del emperador. Para Lirio, cada día transcurre con el mismo tedio que el anterior, y parece resignada a que su belleza termine por marchitarse algún día sin haber cumplido con su deber. Por ello, cuando el emperador la llama a su presencia, siente que el anhelado momento ha llegado. Sin embargo, los planes del emperador son muy distintos: Lirio va a ser entregada al nuevo rey de los bárbaros, en un intento desesperado por sellar la paz. Desde el corazón de las estepas de Asia Central, Jizhu Laoshang ansía demostrar a todo su pueblo que posee la astucia, la fuerza y el extraordinario valor de su padre, el gran Maodun. Renovar los lazos de amistad con China no representa ningún interés para él, convencido de que la firmeza y la mano dura son el único camino para ganarse la lealtad de los suyos. Pero todo cambiará al conocer a la que ha de convertirse en su nueva esposa. Aunque Lirio representa todo lo que él desprecia, los dos se verán arrojados a una pasión que hará que sus anteriores creencias se tambaleen. Lo que Jizhu será incapaz de imaginar es que ella encierra un secreto, uno que podría destruirlos a ambos.