Historia basada en hechos reales: la vida del cónsul de Florencia durante la Segunda Guerra Mundial. La trama a mi me ha parecido interesante, pero como mencionan alguno de los lectores el nombre de calles, de plazas, de museos me sobra (tal vez porque no conozco Florencia, a algún apasionado de Florencia puede ayudarle a situarlo).

Una historia que no aporta nada salvo escasas referencias a la Italia de la Segunda Guerra Mundial. El autor se recrea en exceso nombrando las calles y los edificios de Florencia que en nada contribuyen al desarrollo de la trama. Además, la corrección de estilo brilla por su ausencia o, caso de haberla tenido, es realmente pobre. En definitiva, un libro aburrido que no recomiendo ni para simplemente pasar el rato.

Hay dos líneas temporales diferentes, la del pasado es poco más que un reflejo de la gran labor de documentación: Datos, nombres y cargos, descripción de la ciudad, los museos , los cuadros… que no aporta nada a la historia. La de la actualidad, hay casi solo diálogos intrascendentes en un lenguaje que de puro coloquial resulta forzado y artificial. No me ha gustado nada porque le falta de todo: calidad literaria, estructura en la trama, profundidad en los personajes, ritmo… y le sobran más de la mitad de las páginas por lo que me ha resultado muy denso y muy aburrido.

Historia basada en hechos reales que desarrolla, desde el punto de vista histórico, los acontecimientos ocurridos en Florencia durante de Segunda Guerra Mundial, con personajes reales. Hace un buen repaso del mundo artístico y de monumentos al que pertenece Florencia. Una vez más, queda claro que los grupos totalitarios son peligrosos en el poder, pues se alimenta de gente sin escrúpulos, fanáticos y violentos.

Brutal y emotiva desde la primera página hasta la última.