La idea de futuro está hipotecada por las carencias y los miedos del presente. No obstante, tal vez exista un modo menos prejuicioso de mirar al tiempo que vendrá. En este ensayo sobre el futuro, Augé razona desde una perspectiva diferente: el exceso de visión, de representaciones preconcebidas, impide pensar el cambio a partir de la experiencia histórica concreta.