En 1988, todavía en las postrimerías de la Guerra Fría, la estrella del ajedrez soviético, Elena Ajmilóvskaia, aprovechará las Olimpiadas de Salónica para huir con John Donaldson, el capitán del equipo de EE.UU. Mientras, el agente de la KGB, Víktor Bakatin, encargado de la vigilancia de la selección de la URSS, se emborracha en el bar del hotel ajeno a todo. La deserción de Elena, junto con la derrota del equipo soviético por primera vez en la historia a manos de unas niñas húngaras, las hermanas Polgar, traerá consecuencias incalculables en la vida de Víktor, víctima de una época oscura de nuestro pasado reciente. David Vicente recupera de manera magistral la figura del narrador omnisciente para construir, a través de vidas que se entretejen por los hilos del azar, una trama ambiciosa que nos acerca no solo una parte de nuestra historia, sino que nos pone de manifiesto lo aleatorio que puede resultar nuestro destino.