No es la primera vez que Damian St. Giles se despierta desorientado después de haber bebido demasiado, pero si la primera en la que se encuentra a si mismo encadenado a una cama. Como si fuera en un sueño, una bruja de pelo rojizo aparece ante él para ofrecerle un brebaje que calme su dolor… e inflame su deseo. Pronto se da cuenta de que aquella belleza de las Highlands le ha dado un potente afrodisiaco y que está completamente preparada para tomar todo lo que su cuerpo le pueda ofrecer.