Un libro plagado del estilo de Dan Brown, lleno de misterio, anagramas y analogías históricas, pero que no satisface al lector, desilusiona la involución de Robert Langdon, Brown vuelca su catarsis ideológica-religiosa directamente en su personaje. Si gusta y te atrapa el misterioso estilo de la historia, aunque empalaga en esta trilogía, concluye en una forma tan irreal que irrespeta al lector. No es un libro para recomendar, pero vale la pena contemplar la conversión de Dan Brown, no volverá a repetirse el éxito del tema del Código Da Vinci, no tendremos una mutilación como la de Ángeles y Demonios y espero que no tengamos que soportar la secuela de una película sobre El Símbolo Perdido, ya robaron la primicia los canales pseudocientíficos en la televisión. Un ejemplo de la comercialización devorando el estilo literario del autor.
hace 14 años
1
0