«El profeta» es el tercer libro de la saga La reina del cementerio y nos narra la vida de Amelia Gray, una joven restauradora de cementerios antiguos que posee un don: es capaz de ver fantasmas, en concreto, a aquellos que han dejado algún tema pendiente en vida y rondan a los "acechados", personas con las que tuvieron un vínculo especial durante sus vidas.
Al tratarse de una saga, mi primera recomendación, aunque la autora siempre un breve resumen de lo que ha ocurrido en el pasado, es que leáis los libros en orden de publicación, ya que los misterios que envuelven la vida Amelia se van desgranando poco a poco.
En esta ocasión se desvelarán muchos más aspectos sobre el origen de Amelia, de su don y de su regreso a Charleston para continuar con la restauración del cementerio de Oak Grove, el lugar donde conoció a John Devlin, el hombre del que sigue enamorada y por el que Amelia ha puesto su vida en peligro. El portal hacia el mundo de los espíritus se ha abierto, y si Amelia cruza esa frontera para ayudar a la hija de Devlin, puede que quede atrapada en él para siempre.
El personaje de Amelia ha evolucionado mucho desde el principio. Tras las traumáticas experiencias vividas en los cementerios de Oak Grove y de Asher Falls, estamos ante una Amelia 2.0, resuelta, valiente y muy rebelde, capaz de incumplir las reglas que su padre le inculcó y decidida a enfrentarse a los seres malignos que la acechan para ayudar no a un fantasma, sino a dos de ellos. Los secretos... los secretos que se ocultan son el eje sobre el que gira toda la historia y sorprenderán al lector a medida que esta va avanzando.
Al haber finalizado esta lectura, tengo la extraña sensación de que, a pesar de que me ha tenido enganchada a sus páginas y a la expectativa de qué ocurriría, no ha estado al nivel de los dos libros anteriores, quizás, porque tras tres entregas, ya vamos intuyendo el origen de todo lo que le sucede a la protagonista y el factor sorpresa ya no está tan presente como en los anteriores libros. Sin embargo, he disfrutado mucho de esta nueva entrega y ha aumentado mis ganas de seguir con el cuarto libro de esta saga.
Como apunte, destaco el mensaje que se transmite al final de la novela: tememos a los fantasmas y nuestro miedo puede ser o no ser infundado, pero en ocasiones, los humanos pueden ser mucho más crueles y despiadados que ellos.
hace 1 año
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