El autor sitúa la acción de esta novela en un pueblo imaginario -Nelda-, y en plena posguerra: verano de 1945. Ha terminado la Guerra Mundial en Europa -ocho de mayo de ese año- y en España, repartidos por las distintas sierras del país, miles de guerrilleros republicanos se preparan para dar el asalto al régimen del general Franco. En la sierra aledaña a Nelda pervive uno de estos grupos que al comienzo de la novela, debido a una denuncia, ha tenido un sangriento choque con la guardia civil. Hay un herido gravísimo que necesita los cuidos de un médico... Al margen de todo esto, en el pueblo, dos adolescentes se aman y, cada vez que las circunstancias lo permiten, gozan de sus cuerpos, pero, ¡ay!, ella pertenece al bando de los vencidos y él al de los vencedores. Surge un milagro -una virgen que llora-, que cada cual en el pueblo interpreta a su manera: para unos llora la derrota de Italia y Alemania; para otros, por los presos que llenan las cárceles de España y los fusilamientos de cada amanecer. Sigue, a hurtadillas de los adultos, el amor entre los dos adolescentes y los pequeños acontecimientos del pueblo: un entierro, la visita del obispo, las fiestas...