La acción arranca en el año 207 de la Erasmia. El joven Leunam, narrador, se ve obligado a dejar su país, Renacimiento, para evitar que la tiranía se apodere de este, y emprende un peligroso viaje a través del Altiplano, una vasta región que –según sus propias palabras– se considera «erróneamente desértica y cuyo horizonte la vista no parece alcanzar. Se extiende de Norte a Sur, desde las Montañas Brumosas hasta los inaccesibles acantilados de Urut, que se descuelgan sobre el Mar Infinito, y sus bordes orientales lindaban con nuestras fronteras, pero nadie conocía los occidentales, y pensábamos que crecía hacia Poniente sin fin, pues no había en mis tiempos datos dignos de crédito y nadie osaba adentrarse en aquellas tierras. Entre otros rumores, se decía que las tribus nómadas la recorrían durante el día, y que los campamentos nocturnos, formados con sus carros y tiendas, abundaban más que las pocas aldeas y ciudades existentes. Yo sé por experiencia que esconde muchos secretos, algunos que mi maestro y yo hemos podido desvelar y otros insondables, y que resulta difícil sobrevivir a los peligros que acechan en ese extenso territorio.» A lo largo de veinticinco capítulos (el equivalente de unas 520 páginas en un libro impreso) el protagonista nos cuenta cómo irá encontrando la amistad y el amor, libros, traiciones, culturas, mitos, batallas, predicciones, magia y pocas, muy pocas respuestas a todas sus preguntas.