Según la leyenda, existen lugares en los que la membrana que separa este mundo del mundo espiritual es casi inexistente. La pequeña ciudad de Varennes, en Nueva Inglaterra, es uno de ellos, y Kathryn Davis nos transporta a él e inicia su relato una clara mañana de primavera en que tres niñas encuentran el cadáver de un hombre junto a un lago. Mientras dos de ellas van en busca de ayuda, la tercera, Mees, permanece a su lado y le devuelve la vida. El límite invisible es la historia de Mees y sus amigas, y de las fuerzas terrenales y no terrenales que intervienen en su ciudad en el transcurso de un verano, cuando la tranquilidad de Varennes se ve alterada por la llegada de un forastero amenazador. Kathryn Davis aborda lo precario de la vida en el siglo XXI, y lo hace, en parte, planteando cuestiones espirituales, entre ellas el sueño de la resurrección. La novela se nutre de textos corrientes –hojas policiales, almanaques de jardinería, sermones dominicales, horóscopos y diarios– para presentar una sorprendente galería de personajes.