Cuando leí el argumento me imaginé un libro con una estructura muy diferente, al comprobar el tamaño en número de páginas una vez lo tuve en mis manos entendí al momento que iba muy mal encaminado, culpa mía en todo caso. Romance aparte, me imaginaba al joven Michael Berg leyendo a Frau Smith pasajes literarios escogidos por el autor para jugar con ellos, al menos un poco, a lo largo de las páginas, nada más lejos de la realidad. Es un libro como digo muy corto, estilísticamente de lo más sencillo, de muy facil lectura y nada profundo amén de las emociones de los protagonistas. Ni que decir que a estas alturas el género en torno al holocausto es ya excesivo en títulos y referentes como para soprender a alguien que no sea profano, por lo menos para mí es un género que ya ha tocado techo.
hace 9 años