El forense no es el mejor amigo del hombre. Rouiba, en las inmediaciones de Argel, la antigua ciudad de los laureles hoy no ve crecer ni las malas hierbas. En su cementerio están enterrando a dos personas asesinadas: al acaudalado Mohamed Lebkir, Si Moh, un comerciante relacionado con la mafia, rodeado de amigos y enemigos, en la otra punta, a un tal Abdallah Bakour, antiguo emigrante, soltero, viejo, sin profesión..., solo le acompañan el enterrador, un imán y su hermano Gacem. Observa la escena Larbi, un veterano policía de vuelta de todo. Solo le encargan el caso Bakour, ya que el de Lebkir ha sido rápidamente archivado como un crimen de los integristas islámicos. Lo que no se espera Larbi es que su caso, aparentemente irrelevante, vaya a esconder tantas trampas ni tantos intereses ocultos que vinculan los tiempos de la guerra de la independencia con un presente plagado de corrupción y violencia. Tampoco que esté relacionado con el asesinato del magnate. Con un estilo irónico y descarnado, lleno de metáforas, Boualem Sansal nos descubre rompiendo mitos y máscaras la convulsa Argelia de nuestros días.