Greylen es el líder de un clan en las tierras altas de Escocia en el año 1.200. Cuando el mago Daar lanza un hechizo sobre él y varios de sus hombres, el grupo acaba viajando en el tiempo hasta el siglo XXI, donde todos deben adaptarse a vivir entre ordenadores, faxes y teléfonos y cambiar sus monturas por potentes motos de nieve. Grace está intentando superar la pérdida de su hermana pequeña por culpa de un accidente de tráfico. Su único consuelo es su pequeño sobrino, de apenas unos meses de vida, fruto de la relación que su hermana mantuvo con Michael, un enigmático hombre que le confesó a su hermana que provenía del pasado y que desconoce aún la existencia de su hijo. Para cumplir con el último deseo de su hermana, viaja hasta su pueblo natal para conocer mejor al padre de la criatura y cerciorarse así de que Niño (así es como lo llama, ya que aún no ha decidido un nombre para él) estará en buenas manos si finalmente se lo entrega a Michael. Durante el trayecto hasta Maine, Greylen, Grace y Niño sufren un accidente aéreo en el que quedan heridos e incomunicados enmedio de las montañas nevadas. Grey, como el gran guerrero y líder que es, se pone al mando de la situación para poner a salvo a esa mujer que tanto le atrae y al bebé que viaja con ella. Los viajes en el tiempo son siempre lecturas que me atraen poderosamente y esta en concreto tenía dos alicientes añadidos: el primero, que es el protagonista masculino el que viaja a través del tiempo y segundo, que en vez de viajar al pasado, que suele ser lo más común en las historias, los aguerridos highlanders viajan hacia el futuro. La relación entre Grey y Grace es muy bonita y se ve enriquecida, entre otras cosas, por la aparición de Niño, la rivalidad existente entre dos clanes, y una traición hurdida por una persona muy cercana a Grace y de la que no os voy a desvelar más detalles. Su historia de amor va evolucionando poco a poco y a un ritmo fantástico, bajo un marco incomparable compuesto por bellísimos paisajes nevados. El toque mágico viene de la mano de Daar, un druida muy peculiar y extravagante, que nos arrancará más de una sonrisa. En definitiva, El hechizo de Grey es una lectura imprescindible para las incondicionales del género y que a pesar de formar parte de una serie, se puede leer de forma independiente.
hace 6 años