Exageradamente revelador, me ha encantado. No he podido parar de leerlo desde que lo empecé. Menos mal que es cortito porque no he parado ni para hacerme de comer, ¡con una pieza de fruta y agua me bastaba! A mitad del libro se me ha puesto el corazón en la boca y casi que no lo he podido volver a bajar en todo lo que quedaba. Yo ya era vegana, pero aún así se agradece el gesto en el libro de hacer pensar a otras personas.
hace 4 años