EL DÍA QUE MATARON A KJELLBRON

EL DÍA QUE MATARON A KJELLBRON VÁZQUEZ SOSA, JOSÉ LUIS

Portada de EL DÍA QUE MATARON A KJELLBRON
Nota media 9 Excelente 1 voto 1 críticas

Resumen

El libro nos cuenta una historia sobre las inseguridades que encontramos cuando buscamos certezas; sobre la importancia de tener apoyos en nuestra vida, y la confusión que, en ocasiones, nos visita y nos descoloca. Ante la incapacidad de dar sentido y digerir lo que nos sucede, es una novela que cuestiona la idea del tiempo y el espacio, a la vez que promueve la necesidad imperiosa de agarrarnos a un par de hermosos fundamentos para defendernos del caos y no caer en la locura. La propia estructura de su narración trata de ser un ejemplo de cómo, a veces, lo que parece evidente no tiene por qué ser la única realidad posible.

1 Críticas de los lectores

9

José Luís Vázquez dice que ha escrito una novela. A mí no me lo parece. Afirmar que se ha sacado de la manga un nuevo género literario sería, seguramente, exagerado; pero lo cierto es que, al igual que sucede en algunas películas, el autor traspasa la cuarta pared… y luego la quinta… y después la sexta y se te planta ante tus propias narices y te dice “¿Qué hay? Si no andas muy liado y te ape, charlamos un ratito”. Por más que no sea un texto demasiado extenso, no se trata de uno de esos libros de leer de una tirada; porque requiere un cierto esfuerzo, como casi todo lo que merece la pena. De vez en cuando tienes que parar, masticar despacito y digerir lo leído. “El día que mataron a Kjellbron” (joé con el nombrecito), podría ser perfectamente el antónimo de un cómic de superhéroes. No te vas a encontrar ni un Plaf!!, ni un Thonwk!!, ni un Pow!! Al contrario. Si te encuentras algún golpe (y alguno hay, aunque no sea físico), te lo va a mostrar como es, como se debe, con la misma intensidad que los besos, como todo lo demás. Y el argumento quizás sea lo de menos (aunque tiene su punto). En realidad, el libro de José Luís Vázquez es como una sesión hard en el gimnasio del alma. Cuando lo acabes, vas a tener que estirar el pensamiento, consciente de que lo bien que te ha venido el entrenamiento… pero no descartes tampoco que luego tengas agujetas. Ya se sabe que, al final, este tipo de ejercicio siempre te deja huella.

hace 3 meses