A nadie le gusta perder en la final de un concurso televisivo de cantantes. Pero ¿no es peor ser asesinado a sangre fría…? En el Cementerio del Diablo sólo hay una gasolinera y el hotel Pasadena, donde la noche de Halloween se celebra la final de un concurso de cantantes. Los finalistas compiten imitando a los grandes iconos de la música. Entre ellos hay un asesino… y un montón de zombis. Sánchez y la Dama Mística, viejos conocidos, se hallan entre los espectadores. El camarero quiere que gane su amigo Elvis; la vidente, al ver que Kid Bourbon irrumpe en escena, no se atreve a predecir nada… ¡Bienvenido al reality show más despiadado!
Este libro cierra la trilogía de culto, y autor anónimo, iniciada con El libro sin nombre y El Ojo de la Luna. Una irresistible mezcla de El código Da Vinci con Quentin Tarantino vuelve sedienta de sangre.