La atención que en el siglo XVII Rembrandt prestó en su pintura a la historia bíblica de Tobías (siete óleos, doce dibujos y grabados) impresionó a Juan Benet. El escritor, tomando como punto de partida de este ensayo el cuadro titulado El ángel del Señor abandona a Tobías (1637) -título que escoge así mismo para el libro- realiza distintas reflexiones y disertaciones acerca de muy variados temas. Junto al hilo conductor de la obra, el lenguaje y las diferentes teorías lingüísticas -desde Saussure o Bergson a la Escuela de Port-Royal; desde Sapir o Frege hasta el mismo Chomsky-, aparecen también la religión, la historia, la filosofía, la preocupación por las dimensiones temporales y el ser humano.