En 1976 un virus letal apareció en la selva del Congo. Desapareció tan veloz como había llegado, sin dejar ningún rastro. A lo largo de las últimas cuatro décadas, el virus del Ébola se ha manifestado esporádicamente, siempre con un efecto terrible, ya que puede matar hasta al 90% de sus víctimas. Entre una epidemia y la siguiente es indetectable, oculto en la profundidad de la selva, y la búsqueda del animal que le sirve de huésped aún no arroja resultado. Hasta que no lo averigüemos, el ébola seguirá matando. David Quammen, uno de los mejores exploradores y escritores científicos del mundo, vivió su primer acercamiento a la enfermedad mientras visitaba la jungla de Gabón acompañado por unos guías locales cuya aldea había sido devastada por una epidemia reciente. En este libro cuenta la historia del virus del Ébola, de su pasado, su presente y su incierto futuro.