AL CONTRARIO QUE EL EXEGETA SANTIAGO TRANCÓN, CREO A LA MANCHA CERVANTESCA («ALTA» EN EL SONETO A ROCINANTE) LA ESTEPA LEONESA, DE ZAMORA A VALLADOLID, Y NO LA TIERRA DE CAMPOS, PALENTINO-LEONESA ADEMÁS. LECTORES ENGAÑADOS POR EL BACHILLERATO NO PUDIMOS ADVERTIR QUE TRANSCURRE EL ESTÍO DURANTE TODAS LAS AVENTURAS; AUNQUE TANTO NOS CHOCASEN «SELVAS» O «ESPESURAS» DE LAS ESPECIES ATLÁNTICAS (CADUCIFOLIOS ROBLE, HAYA Y CASTAÑO) COMO FAUNA DE LA CORDILLERA CANTÁBRICA EN SU VERTIENTE SUR, SABIENDO A LOS RÍOS QUE DISCURREN POR LA MANCHA CASI SIN AGUA EN VERANO, EL QUE SECA SU RAQUÍTICA VEGETACIÓN. JAMÁS PODRÁ ESTIMAR EN SU JUSTA MEDIDA LA OBRA EL INCAPAZ DE DESCIFRAR UNA CLAVE JUDÍA, SEGÚN LA CUAL SE VIAJA, A PARTIR DEL CAPÍTULO IX, A LOS CAMPOS GALAICOS DESDE EL REFUGIO HEBREO QUE FUERON LAS MONTAÑAS DE LEÓN: JACAS GALICIANAS, GAITAS ZAMORANAS, VERDES PRADOS, INDUSTRIA PAÑERA Y MOLINOS HARINEROS «EN LA MITAD DEL RÍO». CERVANTES, CUYO PADRE CERTIFICÓ LIMPIEZA DE SANGRE, NO SOLO SATIRIZA AL IMPERIO ESPAÑOL, SINO QUE, SUBREPTICIAMENTE, LA EMPRENDE EL AVATAR DE CRISTO CONTRA LA INQUISICIÓN, LIBERTANDO SUS GALEOTES O VENCIENDO ÚNICAMENTE A ECLESIÁSTICOS. Y AL RIVALIZAR CON EL QUIJOTE APÓCRIFO, SE SUPERÓ EN EL DINAMISMO DE LA SEGUNDA PARTE.
hace 1 año