Despertar y descubrir que todo ha cambiado: familia, trabajo, amigos, el mundo tal y como lo conocías. Muchos no están, quizá sea mejor así, podrían haber despertado convertidos en una de esas cosas. Los que aún somos personas intentamos comportarnos como tales. Nuestra única opción para seguir con vida, dejar atrás lo poco que nos queda. El destino, Marsella. Viajamos ligeros de equipaje, lo necesario para defendernos de los otros y sobrevivir: algo de ropa, agua y comida, herramientas, un cuchillo. . . No obstante, he decidido llevar mi diario conmigo. Es mi forma de mantener la cordura. Sé que no siempre será agradable lo que escriba, pero creo que puede ayudarme en este nuevo mundo. Es mi intención escribir todo en él: miedos, reflexiones, anécdotas. Espero que también haya lugar para estas últimas, y que pueda encontrar de nuevo mi sitio en el mundo. Ojalá no tenga que hacerlo solo. Pido a aquel que lo lea que se ponga en mi lugar y entienda que es mi forma de hacer frente a este nuevo comienzo.