Ante todo, es una novela inquietante. Un colegio de élite donde se padece la claustrofobia del vicio y lo más sórdido. La historia está dividida en tres partes, la primera magistral, la segunda bastante más típica, y la tercera que funciona como epílogo. Una pega posible: quizás esa atmósfera desasosegante exigía un elenco más amplio de personajes.

Trama predecible. Aunque el recurso narrativo de la primera parte del libro, el de escribir los capítulos cortos, puede dotar de cierta sensación de agilidad a la lectura, en mi opinión creo que se le ha ido un poco la mano, porque el resultado son unos personajes planos; la descripción de los mismos, a través de sus acciones y pensamientos, no aporta nada, sequeda deslabazada y no te permite la construcción psicológica de los mismos. Me ha decepcionado bastante teniendo en cuenta las críticas favorables de quién me lo recomendó (afortunadamente me lo dejaron).

Me decidí por esta novela porque alguien me la recomendó y vi que tenía buenas críticas, pero me ha parecido flojísima. Una historia manida, mal contada, previsible...No me ha gustado nada. Lo único que me ha llamado la atención es la cantidad de veces que la autora utiliza la frase "engurruñar los ojos".