El octavo y último tomo de la serie lo componen dos historias: Río de Muerte y Colonel Sun, aparecidas entre 1968 y 1969. Los sucesivos asesinatos, de agentes británicos, americanos y franceses en un breve lapso de tiempo disparan todas las alarmas. El hecho de que en todos los crímenes parezca estar involucrado algún animal hace que James Bond viaje a Brasil para investigar las actividades de una empresa exportadora de animales.