Como suele pasar con Chabon, un libro con poco argumento, con personajes perdidos acercándose a su ruina, muchas referencias al judaísmo y ambientación en Pittsburg. Así contado puede no atraer mucho, pero se las arregla para escribir un libro entretenido, como siempre con una de las mejores prosas de las últimas décadas (en mi opinión, claro) y muy divertido en algunos pasajes.
hace 3 años