Más el efecto que la obra en sí, una historia que atrapa y no da cuartel. Se pasan ligeras las 321 páginas de esta historia que vuelve a enceder las luces sobre ese subégenero del undeground británico que parecía agotado desde hace rato por el reiterativo Irvine Welsh. Kevin Brooks le renueva el oxígeno a la pecera. Para no perder de vista.
hace 10 años
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