La religión unitaria nació en la segunda mitad del siglo 16 en el seno de uno de los movimientos protestantes más radicales, el de los antitrinitarios que, como su nombre indica, niegan la trinidad de Dios. En lo que respecta a su aparición en tierra húngara, en una Hungría dividida en tres partes, la religión unitaria se extendió por Transilvania. En la Transilvania, autónoma hasta principios del siglo 18, y en Hungría a partir de 1848, funcionaba como religión oficialmente reconocida.