Eurípides (c. 480 - 406 a. C.) vivió en la época del mayor esplendor político y económico de Atenas, asistió a la construcción del Partenón y los más hermosos monumentos de la Acrópolis, y compartió con sincero patriotismo el orgullo de los ideales democráticos. Son muchos los datos que desconocemos de su vida. De su obra se han conservado dieciocho tragedias, casi todas ellas escritas en la etapa de plena madurez del autor. En Andrómaca, Eurípides recupera uno de los mitos del ciclo troyano para someterlo a su particular visión moderna y renovadora dentro del teatro griego. Tras la caída de Troya, Andrómaca, viuda de Héctor, se ve reducida a ser la esclava concubina de Neoptólemo, hijo de Aquiles. Al haberle dado un hijo a Neoptólemo, Andrómaca atrae sobre sí la ira de Hermíone, esposa del héroe griego, la cual nunca ha podido quedarse embarazada. Las desgracias de Andrómaca y la frustración de Hermíone, que se deja llevar por una pasión aniquiladora, se plasman en esta tragedia con una sensibilidad exquisita que demuestra, una vez más, la habilidad de Eurípides para captar la dimensión más humana de sus personajes y hacerlos universales.