Tengo que comenzar diciendo que no soy fan de Friends, aunque lo que se cuenta de la serie (o sus películas) no es lo más importante sino más bien una lectura muy interesante para adentrarse en el mundo de las adicciones. El libro es de lectura fácil y narra las sombras de la fama en primera persona, además, está escrito con mucho humor, aunque la estructura sea algo caótica. Me quedo con una frase que no es suya sino atribuida a Robert Downey Jr: la adicción es como llevar una pistola metida en la boca todo el día y que te guste el sabor a metal.

A nivel literario, no es nada del otro mundo, de hecho, hay muchos pasajes confusos, con constantes idas y venidas en el tiempo, y hacia el final, algo repetitivo. Sin embargo, es una lectura fácil e interesante, imprescindible que hayas sido fan de tan mítico personaje en Friends. Una persona creativa, inteligente, divertida....y enferma, que lo fue durante toda su vida. Al final, te das cuenta que el germen de las adicciones no hay que buscarlo en traumas externos, sino en pensar , que todo el mundo puede llevar un barril de gasolina en su interior, y es mejor, por si acaso, no acercarse nunca a una cerilla.