La novela narra la salida anual que el pastor Benedikt hace en la época del adviento –en diciembre, antes de Navidad-, cuando sube a la montaña, acompañado de su perro y un carnero, en busca de las ovejas perdidas que no han vuelto de los pastos con sus rebaños a guarecerse durante el invierno. Y poco más se puede decir de la trama. Una historia y prosa sencilla, pero con bellas descripciones y profundos pensamientos. Destacaría la gran capacidad de Gunnarsson para transmitir al lector las sensaciones que describe, aparte de crear ese personaje tan sencillo y auténtico.
Se incluye un largo e interesante prólogo sobre la novela y su autor, uno de los mejores y más conocidos novelistas de la literatura islandesa del siglo pasado, algo fácil de entender tras leer el libro. Afortunadamente tuve la prudencia de no leer el prólogo hasta finalizar la lectura, pues ya en el primer párrafo desvela el desenlace, que creo que es preferible no conocer antes de leer el libro, para sumergirte y disfrutar más intensamente de la historia.
Lectura breve, pero una verdadera joya que sin duda recomiendo. Es una de esos libros que espero poder releer dentro de un tiempo. Sólo lamento que, por el momento, ésta sea la única obra del autor traducida al castellano.