"Las desgracias nunca vienen solas" es el refrán que a César Pérez Gellida le ha faltado incluir en Sarna con gusto, la primera novela de Refranes, canciones y rastros de sangre. ¿Por qué digo esto? Porque a Ramiro Sancho, el gran protagonista, le crecen los enanos: si no tenía suficiente con sus fantasmas del pasado (procedentes de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne), en esta ocasión se le suma un nuevo caso en el Grupo de Homicidios de Valladolid, el secuestro de Margarita (una adolescente de 15 años) y el verse involucrado en una trama que no esperaba. Y hasta aquí voy a leer, no os voy a contar nada más de la historia, por mucho que insistáis, jeje.
La única pega que pondría a Sarna con gusto es que, en este caso, el refrán no se cumple porque esta novela sí pica: pica la curiosidad, haciendo que no puedas parar de leer; pica las emociones, ocasionándote tristeza, miedo, ira, frustración... en un momento y pica la sensibilidad, predisponiéndote a empatizar con muchos de los personajes.
Reseña completa en: http://estandocallada.blogspot.com.es/2016/05/resena-sarna-con-gusto.html
hace 4 años
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