La premisa de esta historia es sencilla: en el atraco a un banco, quienes perpetran tal acción no son otros, nada más ni nada menos, que cuatro —¿apacibles?— ancianitas. La pregunta es: ¿qué les lleva a embarcarse en una aventura tan insólita? En estos tiempos, un planteamiento como este, más allá de lo paródico, podría suscitar un buen número de cuestiones, sobre la crisis, sobre los límites a los cuales se empuja a las clases humildes, sobre la desesperación. Algo nada reñido con el humor cuando la parodia se perfila hacia la sátira. Pero hay que advertir que Las abuelas dan el golpe se queda a medio camino: demasiado bienintencionada, y ni la guionista, Raquel Franco —que se estrena—, ni la dibujante, Cristina Bueno —que no tiene aquí su mejor trabajo—, logran terminar de redondear su creación. Es, pese a todo, una obra simpática, contenida en su extensión, de agradable tono agridulce, y capaz de deparar un rato entretenido, e incluso tierno. (Carlos Cruz, 21 de julio de 2015)
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