En el centro del abismo una sombra se esconde. Son las cinco menos diez. El lago se vislumbra en el horizonte. El hombre que limpia está a punto de empezar su jornada. No le desagrada su trabajo; más bien, sabe que es necesario. Entre los restos de lo que la gente tira, se esconden los secretos más profundos. Y él sabe interpretarlos. Y sabe cómo usarlos. Porque él también esconde un secreto. Siempre sigue los mismos hábitos, salvo en las noches diferentes y especiales. Pero un encuentro con la niña del mechón color violeta lo va a cambiar todo. Aquel que ha elegido ser invisible se verá envuelto en la realidad inconfesable de la niña.