Violeta, la primera hija de la familia del Valle, nació en un día tormentoso de 1920, el año en el que la gripe española llegó a su país natal.
Su familia se salvó de la epidemia, pero no de los efectos devastadores del crac bursátil de 1929, que acabó con su acomodada vida y les obligó a mudarse a una región remota y salvaje del país. Allí habrían de empezar de cero, alejados de aquellos que conocían.
La novela es una carta que Violeta envía a su nieto Camilo. En ella le cuenta la historia de su vida para que él conozca su pasado y conserve el recuerdo de aquellas personas que dejaron una huella indeleble en la mujer que lo ha cuidado como a un hijo.
Violeta, de Isabel Allende, es una novela protagonizada por una mujer valiente que no se arredró ante nada ni nadie. Jugó lo mejor que pudo con las cartas que le tocaron y llegó a su madurez rodeada solo de las personas y cosas que realmente significaban algo para ella.
La novela transcurre en un país que la autora no menciona, aunque se puede entrever que es Chile, su país natal. No es el único escenario de la novela; esta también transcurre en lugares tan dispares como Estados Unidos, Noruega o el Congo.
Violeta está inspirada en la madre de Isabel Allende. Ambas eran mujeres inteligentes y bellas. La madre de la autora, sin embargo, nunca tuvo independencia económica; algo que ella ha cambiado en la novela. También se vislumbran retazos de la vida de la propia Isabel en la figura de su protagonista, como la fundación para ayudar a las mujeres.
Un libro que es mucho más que una historia familiar. Trata la lucha por los derechos de la mujer, la homosexualidad, el auge y caída de los dictadores en varios países de América del sur, el gran saber de los pueblos indígenas y la violencia de género, el clasismo, la dependencia emocional, el amor y el dolor.
Una novela muy especial que me ha recordado la importancia de quedarte con los buenos recuerdos y olvidar el resto. Porque cada día, independientemente de la edad que tengas, hay algún amor que conocer, un amigo al que visitar, un viaje que organizar (aunque sea a la vuelta de la esquina,) y una razón por la que levantarse cada mañana. (Ana García, 2 de marzo de 2022)