Resumen

«Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre.» Así comienza la primera y más hilarante novela de Natsume Sōseki, una auténtica obra maestra de la literatura japonesa, que narra las aventuras de un desdeñoso felino que cohabita, de modo accidental, con un grupo de grotescos personajes, miembros todos ellos de la bienpensante clase media tokiota: el dispéptico profesor Kushami y su familia, teóricos dueños de la casa donde vive el gato; el mejor amigo del profesor, el charlatán e irritante Meitei; o el joven estudioso Kangetsu, que día sí, día no, intenta arreglárselas para conquistar a la hija de los vecinos. Escrita justo antes de su aclamada novela Botchan, Soy un gato es una sátira descarnada de la burguesía Meiji. Dotada de un ingenio a prueba de bombas y de un humor sardónico, recorre las peripecias de un voluble filósofo gatuno que no se cansa de hacer los comentarios más incisivos sobre la disparatada tropa de seres humanos con la que le ha tocado convivir.

11 Críticas de los lectores

10

No es un libro que se lea como una simple novela. Mas la disfrutaran aquellos que gusten de Japón y sus etapas (en este caso su llegada a la occidentalizacion) Por otro lado esta el gato, ser viviente que los japoneses idolatran (y egipcios veían como una deidad) Para los japoneses el gato es mas que un animal de compañia sino que un animal del cual se puede aprender. Ellos (los gatos) se sienten superior a los humanos, tu eres su mascota y tu deber es alimentarlo, limpiarles el toilet y darles cariño cuando sólo ellos quieren. Teniendo como base la superioridad de ellos en todo sentido al ser humano, no me impresionó en el libro que el gato supiera leer, supiera de grandes escritores, filosofos y artistas y encontrara pateticos a los humanos a ratos. Es un gato, es superior a a quellos que se creen o sienten superiores solo por ser humanos. Si la lectura se les hace pesada a ratos es porque se esta tratando de asuntos humanos. Si la lectura se les hace amena a ratos es porque se trata del gato (ser superior)

hace 2 años
10

Un libro con una trama simple, pero que perpetra de forma pueril y sardónica en los pilares del sistema de una sociedad en vías finales de transición, de un sistema feudal obsoleto hacia una sociedad moderna. El ethos del antiguo sistema de valores ha desaparecido; como se puede observar con mayor recurrencia en los capítulos 7-9. El autor equipara la cultura de occidente con la búsqueda egoísta del beneficio individual. Este punto se ve representrado mediante la crítica de el amigo "filósofo",del maestro. Con respecto a la acción dramática, la gran mayoría de las escenas son a puerta cerrada, mediante el diálogo, cuando no el monólogo del gato. Esta estática narrativa, puede resultar obstentosa para la atención humana. No obstante, al final, lo que se busca plasmar es el dia a dia de los personajes, humanos, con todos sus tristes y miserables defectos, pero aún así, consumidos por el orgullo (sobretodo meitei y kaneda.) El gato es un observador, y una especie de juez, que emite su veredicto en base a un simple principio; complicarse la vida lo menos posible. Como dijo una vez "el maestro era un humano más que adquiere problemas que después no sabe como resolver"... Un maestro con 3 hijas y un matrimonio que no quería, meitei que no sabe que hacer con su vida, no cambia y no deja cambiar, y un kangetsu que no hace más que devanarse en distracciones pasajeras. Ninguno es completamente honesto con su vida. Antes que una novela histórica, es, sobre todo, una novela existencial. Pero con un narrador diferente. Uno que no dice ser ni hombre de negocios, ni un académico, ni un monje zen. El narrador se identifica únicamente con ser japonés. "Soy un Gato".

hace 5 años
9

El realismo japonés en pleno esplendor. Mediante esta novela se puede viajar a la era Meiji y ver como eran sus habitantes a través de los ojos de un gato filósofo que el autor usa para hacer ver al lector que a pesar de que por aquel entonces se decía que Japón iba bien, en realidad parecía verse corrompido por un excesivo occidentalismo, que insulfó de manera indirecta arrogancia en algunos. El amo del gato es muy interesante. Un profesor que cree saber de todo y estar a punto de encontrar el sentido de la vida cuando realmente solo se vanagloria de lo que no sabe. Los personajes secundarios también son muy buenos. Es un libro que se puede leer, con tranquilidad, sin devorar las páginas. No es que sea aburrido, es que es realismo. En mi opinión es mucho mejor que el tipo de realismo que podemos encontrar en la Europa del siglo XIX. Tiene partes cómicas y partes reflexivos muy interesante que hacen que el lector pueda pararse a pensar sobre lo que lee, virtud que pocos libros tienen

hace 5 años
5

Se trata de un libro monótono y aburrido (30 páginas para describir que iba a comorar un violín). La idea era buena: contar la vida de una familia desde la perspectiva de un gato. No obstante, ni el gato es creible, dado que esta demasiado humanizado (incluso sabe leer) ni es un relato adecuado, a mi entender, para explicar el día a día de un modo ameno. Con algunas buenas críticas y frases, de ahí el aprobado, pero nada más que destacar.

hace 7 años
6

Una novela escrita por un icono de la literatura japonesa. De obligada lectura en institutos y colegios mayores de Japón. Me ha parecido estar viendo una obra de teatro satírica. La novela es lenta para hartarse y larga como un día sin agua, he tenido tentaciones de dejarla en más de una ocasión. Solo recomendable a eruditos literarios.

hace 7 años
6

Soy un gato es un libro muy bonito, escrito de una forma que te hace sentir que eres un gato. Pero, es muy lento de leer, sabes que vas a estar una buena temporada con el. Hay momentos en los que se hace un poco pesado, pero para mi, ha merecido la pena.

hace 8 años
8

Es una novela satírica protagonizada y narrada por un peculiar gato sin nombre –“Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre” nos dice al inicio de la novela– que vive en la casa de un maestro, junto a la mujer de éste y sus hijas. Está ambientada y escrita en 1905, en Japón, en una época de cambio de siglo y de importación de costumbres y pensamientos occidentales, trasfondo constante en la historia.
Kushami, el personaje que ha acogido al gato en su casa, es bastante singular, amargado y poco apreciado por los que lo conocen –casi grotesco diría yo–, al que frecuentemente visitan amigos con los que conversa. El felino, inteligente, arrogante y con un modo de razonar muy “humano”, nos cuenta divertidas anécdotas, vividas por él o por el profesor, y se dedica además a diseccionar profundamente a su dueño. Sus reflexiones sobre el maestro y el ser humano en general son incisivas, llenas de humor y muchas de ellas absolutamente geniales.
Hay bastantes referencias a hechos históricos y sobre cultura japonesa e inglesa, afortunadamente las notas aclaratorias al pie de página de la edición de Impedimenta son excelentes y una gran ayuda en la lectura.
Es el primer libro que leo del autor y me ha encantado, aunque no creo que sea una lectura para todos los gustos. Es un libro extenso –640 páginas– y que puede parecer monótono y denso, pues en muchos de los capítulos se repite el encuentro del profesor con sus peculiares amigos y sus largas charlas, a veces disparatadas y a veces profundas. También abundan las descripciones y extensos razonamientos filosóficos, ya sean del gato o del maestro y sus visitantes. Por otro lado tampoco hay mucha acción, lo máximo que se aleja el gato es a visitar la casa de los vecinos.
Antes de empezar el libro leí que originalmente se había publicado por entregas –lo que explica el hecho de que cada capítulo sea, en cierto modo, independiente del anterior–, y decidí leerlo de la misma forma; no lo he leído seguido sino capítulo a capítulo, y me ha resultado bastante ameno.
En resumen, me ha parecido una novela divertida y profunda a la par, para leer con calma y que sólo recomendaría para quien ya tenga cierto bagaje de literatura japonesa y le guste.

hace 8 años
5

No es un libro ameno, se hace algo pesado y largo. Está bien para tener una visión de la cultura japonesa pero hay que tener en cuenta que es una literatura diferente.

hace 8 años
1

Uno de los peores libros que he leído. Lento, denso, aburrido hasta decir basta... Que gran alivio ha supuesto terminarlo. Me recordaba a esos dibujos asiáticos, "Oliver y Benji", en los que para que llegara la pelota de campo a campo se necesitaba un capítulo completo. Pues igual de lento y absurdo me ha resultado este libro. Se ve que la literatura japonesa no es lo mismo; no volveré a cometer el mismo error de leer un libro así. Es una tortura

hace 9 años
4

El libro satiriza la sociedad japonesa de fines del siglo XIX, pero efectivamente creo que nos falta perspectiva para apreciar su valía. Tiene momentos de gran ironía pero también se detiene excesivamente en detalles que no tienen relevancia en la sociedad actual, por lo que la lectura se hace un poco tediosa.

hace 14 años
6

Claramente, es un libro con un transfondo mordaz, sobre el ser humano en general, y sobre algunos aspectos de la sociedad japonesa, en particular. Sin embargo, desde mi postura tiene varios inconvenientes importantes; el continuo desfile de ciertos personajes, que teniendo en cuenta el grosor del libro acaba siendo tedioso, porquè parece más de lo mismo y hay que armarse de ganas y paciencia para seguir, luego los temas que ocupan las charlas de estos mismos personajes, o las reflexiones y actos solitarios del gato y el maestro, creo que hay que tener cierta idea de la sociedad japonesa o de su historia para apreciar los matices reales en algunos momentos y es una pena...

hace 14 años