Dios diseñó al hombre para arriesgarse, dice John Eldredge. Si no, mire los sueños y anhelos escritos en el corazón de todo muchacho: Ser héroe, ser guerrero, vivir una vida de aventura y riesgo. Tristemente, la mayoría abandona esos sueños y anhelo, con la ayuda de un cristianismo que al parecer solo lo presiona a ser “un buen chico”. No en balde muchos hombres evitan la iglesia, y los que no a menudo son pasivos y en extremo aburridos. En este provocativo libro, Eldredge ofrece a las mujeres una mirada al verdadero corazón del hombre, y permite a los hombres ser lo que Dios quiso que fueran al diseñarlos arriesgados, apasionados, vivos y libres.